The Project Gutenberg eBook of Místicas; poesías

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Title : Místicas; poesías

Author : María Raquel Adler

Release date : February 15, 2020 [eBook #61415]
Most recently updated: March 19, 2021

Language : Spanish

Credits : Chuck Greif

*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK MÍSTICAS; POESÍAS ***

M Í S T I C A S


LIBROS DE RAQUEL ADLER

EN VENTA

Revelación (Mi romance)
Prosa

Místicas
Poesías

EN PREPARACIÓN
Cánticos de Raquel
Poesías

{1}

R A Q U E L   A D L E R

M I S T I C A S

P O E S Í A S

EDITORIAL TOR
2068 PARAGUAY 2068
BUENOS AIRES

{2}

ES PROPIEDAD

AL ÍNDICE

{3}

DIOS

A la Sra. Regina Pacini de Alvear

{4}

{5}

{6}

{7}

La Señorita RAQUEL ADLER recibió de S. S. el Papa Pió XI, estas líneas en contestación a varios versos que oportunamente le enviara.
La Señorita RAQUEL ADLER recibió de S. S. el Papa Pió XI, estas líneas en contestación a varios versos que oportunamente le enviara.

{8}

{9}

{10}

{11}

JUICIO

S EÑOR, ante Tu juicio depuse mi destino;
Y rendida a tus plantas espero la señal,
Que en noche de tinieblas se diluya mi sino,
O que ascienda sereno cual un astro triunfal!
{13} {12}

GLORIA IN EXCELSIS DEO

Al Sr. Jorge A. Mitre

{15}

{14}

¿Qué es el hombre para que un
Dios tan grande se digne hacerle objeto
de sus pensamientos y cuidados?
Vos, Dios mió, le hicisteis casi
igual a los ángeles, le adornasteis con
los dones más gloriosos de naturaleza
y gracia, y le establecisteis en la
tierra sobre todas vuestras obras.
(Salmos de David. Salmo 8)
D IOS en mí ha encendido la más sagrada llama,
Poder indestructible del tiempo que la inflama.
Dios en mí ha vertido tantos dotes humanos,
Que a través de los siglos se tornan sobrehumanos. {16}
El en mí ha infiltrado la más gran maravilla:
Vibrar con toda vida, brillar con lo que brilla;
Con todo lo que canta, que llora, ríe o gime;
Con lo desconocido, esta verdad sublime
Del eterno misterio, cercano o infinito;
Con el día y la noche, con su sagrado mito.
Con el júbilo intenso de toda la esperanza;
Con la fe que nos guía con inmensa confianza
Hacia el poder grandioso de Tu reinado abstracto,
Que siempre se prodiga y queda siempre intacto..
Como toda alabanza, como toda canción,
Haré de mí Tu obra de glorificación.
Incrustaré en mi vida Tu gran magnificencia,
Que es la virtud divina de toda quinta esencia.
Infiltraré en mi sangre aquel sacro rocío,
Con el que ungieras almas, les das valor y brío. {17}
Me impregnaré en Tu imagen; infundiré en mis fibras
La llama del gran Todo en que siempre Tú vibras.
Regaré las raíces de mi amor reverente
Con Tu lluvia benéfica, Tu luz resplandeciente.
Renovaré mis ansias, mis celos, mis clamores,
Con Tu serenidad ungida de fervores,
Y heme aquí arrodillada ante Tu tribunal,
Prosternada mi vida por el bien, por el mal.
Yo quiero ¡Dios eterno! cerrar el gran problema
Del ser que todo puede, de la piedad suprema.
Yo quiero ¡Dios eterno! ser el numen ingente
De lo que se confirma, de lo que se presiente.
Ser en la vida eterna sólo una afirmación,
Y de todo propósito la irreductible acción.
Ser la divina chispa de la sagrada llama;
El Cáliz y el Santuario del que creyendo te ama. {18}
Y en un sublime arranque de infinita bondad
Condensar en mí misma la gran Humanidad!
{19}

{20}

{21}

PIETAS

"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".
(Evangelio de San Lucas, C. 23 V. 3)
T U pasaste y tu aspecto mostraba un gesto grave;
Fué así que me infundiste de tu sentir la clave.
Te erguíste y en tus ojos había un dolor tan hondo
Que penetraba en mi alma más allá de su fondo {22}
Detuviste tu marcha, levantaste tu brazo,
Hería tu sentencia cual destrozante mazo.
Hablaste y de tus labios sangraba la tristeza,
Como lirio entre cardos, cual rosa en la maleza.
"Veinte siglos, dijiste, ¡oh! siglos infecundos;
"Mezquindad e injusticia abruman estos mundos".
Indecisos y estériles de todo bien carecen,
Porque les falta amor, porque su vida mecen
Con febril inconsciencia y con ansias medrosas:
Son máscara de seres, carcoma de las cosas.
Porque su voz es débil y lo que dicen mienten,
Afirman lo que ignoran y niegan lo que sienten.
¡Oh! siglos de mi siglo, ¡oh! vidas de mi vida,
En pleno desvario la lascivia vivida.
Hermanos de mis venas emana vuestra esencia,
Y por mis venas corre sangre de vuestra herencia. {23}
Vuestro menor pecado va sangrando una herida;
El oprobio es vuestro y mía es vuestra vida.
Hermanos somos todos. ¿Por qué sois tan crueles
Y proseguís la marcha por encurvados rieles?
Hermanos en la vida, hermanos en la muerte,
Humanas criaturas, ¿cual será vuestra suerte?
¿Acaso os olvidasteis de aquel buen Nazareno,
Que con su holocausto os aproximó a su seno?
¿Acaso os olvidasteis cuando partió su entraña
Para injertar la vuestra? y que si tal hazaña.
Alejóle del Hombre, el Padre lo asilaba,
Mientras él desde entonces por vosotros oraba,
Clamaba e imploraba, se deshacía en llanto" ...
. . . . . . . . . . . . . . .
¡Oh! Señor Jesu-Cristo, misericordia, santo
Es tu grande designio, tu bondad infinita
Que aún guardas de tu amor una chispa bendita. {24}
Destilan aún tus manos aquel sacro rocío,
Con el que ungieras almas y fecundaras brío;
Vierten aún tus ojos una luz sin poniente,
Que abraza y encandila y brilla eternamente.
Piedad para el proscrito que lleva desolado
El corazón sin siembra y el alma sin arado.
Sin pastor que lo guíe, sin una luz que alumbre
Su senda en las tinieblas, su amarga incertidumbre.
Piedad ¡oh! Jesu-Cristo, piedad para el humano
Rebaño, cuya vida va gastándose en vano
Por campos agostados donde caídos yacen;
Piedad porque no saben, no saben lo que hacen.
Misericordia y gracia ¡ Señor tenles piedad,
Misericordia y gracia, con Ti en la Eternidad!
{25}

{26}

{27}

LA VISITACIÓN

E N el silencio de la negra noche,
Ahito el corazón se alza mi voz.
Ya puso el tiempo su inefable broche
Al día, y de uno nuevo se va en pos. {28}
El tiempo sin cesar traerá otro día,
Y otra noche a mi ansioso corazón,
Que a esta hora del mundo se deslía,
Y sublime va alzando su canción!
El hombre con su afán dará a esta hora,
Insaciable, la sed de su pasión.
El mal del hombre es grande y lo devora,
¡Oh carcajada cruel de su extorsión!
Porque él ignora que una gran herida
Va carcomiendo ya la Humanidad,
Por la gota de amor mal recogida,
Por un grano de fe en la Eternidad!
Se acerca ya la noche; en su regazo
Me acurruco y el alma en oración
Va desplegando un inefable lazo,
Confundo al mundo entero en un abrazo,
Y el Señor me hace su visitación!
{29}

¿COMO?

Para Enriqueta L. Lucero

{30}

{31}

C OMO decirte, hermano, que es mi anhelo?
¿Cómo decirte, hermano que es mi sed?
Si yo vivo tejiendo en mi desvelo
Para mi ensueño una divina red. {32}
¿Cómo decirte, hermano de qué suerte
Iré a parar en brazos del amor?
Si yo sigo anhelando que la muerte
No ose tronchar ésta mi vida en flor ...
¿Cómo decirte y explicarte hermano
Este enigma que mina ya mi ser?
Si yo creo que un astro sobrehumano
Fijó en mi vida un doble amanecer.
¿Cómo decirte, hermano, de qué modo
Puedo explicarte este divino lodo?
¡Pregúntalo al Señor que sabe todo!
{33}

{34}

{35}

A UNA HERMANA

Y dijo Jehová: ¿el que cae no
se levanta, el que se desvia no torna
a camino?
(Jeremias, Cap. 8, Vers. 4).
H ERMANA aún es tiempo
De poder mejorar,
De tomar otra ruta,
En donde así enmendar {36}
Aquel falaz destino
Que te hizo desviar
Crédula e inconsciente
Los pasos al azar ...
Hermana aún la ruta
Se puede desandar.
Hermana aún te resta
La gracia de llorar!
No importa si has caído,
Ya te levantarás;
No importa si has mentido
Luego te enmendarás;
Porque sobre tus pasos
Volverás, volverás,
Y de nuevo tu cara
Dará con la verdad!
Hermana aún te queda
La ruta a desandar
Aún te resta hermana
La gracia de llorar!
{37}

{38}

{39}

ASI SEA

S EÑOR si Tú lo crees, que yo aún no he dado
Lo bastante a lavida, y que ya a la sazón
Hubiera yo podido ser nutriz y blasón,
De este mi pobre siglo y que lo he desdeñado. {40}
Señor si Tú lo crees que yo llevo heredado
La gracia de tu espíritu; y que con mi eslabón
Su engranaje ajustare, cadena en rebelión
Del humano que todo, todo lo ha denigrado.
Señor si Tú lo crees, que las gotas de oro
Al humano no bastan; y que así yo demoro
La redención sublime de paz, gloria y amor.
¿Que les abra mis venas, mi sangre de ellos sea.
Les injerte mi espíritu, les nutre mi idea,
Y que dé en holocausto mi vida que está en flor?
¡Señor si Tú lo pides, así sea Señor!
{41}

{42}

{43}

MILAGRO

D ESDE que Tú a mis hombros extendistes Tu diestra,
Todo ante mi es luz y todo en mi es fiesta!
{45} {44}

{46}

{47}

TRIPTICO

{48}

{49}

LA IDEA LUMINOSA

Muchas veces Señor, según vuestras promesas habéis usado de bondad con vuestra sierva.

Inspiradme también bondad para con los otros; enseñadme a arreglar bien mi conducta y a conocer perfectamente vuestros mandamientos, pues en observarlos fielmente pongo toda mi esperanza. (Salmos de David-salmo 118).

I

S EÑOR, yo ya me acerco,
Ya se acerca mi vida,
Y refleja mi espíritu
La Idea luminosa {50}
Del Ser y del no Ser.
La luminosa idea,
Que en sí lleva impregnada
La beatitud serena
De la luz inmortal.
La Idea luminosa
Que enceguece al Viajero
Con su resplanceder.
Y ese Viajero indómito
Al verla en su destello
Y en su inmenso fulgor,
Cerró en su inconsciencia
Sus ojos deslumhrados.
Pupilas ofuscadas
Ante la gran pupila
Del Ser y del no Ser!
Mas yo Señor me acerco,
Mi vida ya se infunde,
Y refleja mi espíritu
La idea luminosa
De Tu luz inmortal!
{51}

{52}

{53}

LA PALABRA DIVINA

II

S EÑOR yo ya me acerco,
Ya mi vida se allega,
Y ya palpa mi espíritu
La palabra divina {54}
De Tu ley inmortal.
La divina palabra,
Que en sí lleva impregnada
La suprema sentencia
Del humano ideal.
La palabra divina,
Que se impone al Viajero
Con la llana consciencia
De su magna verdad.
Y el Viajero extraviado,
Que sólo ha hallado en ella
Vagas encrucijadas
De un laberinto irreal.
Desvió por un instante
Sus ávidos anhelos,
Su ansia de eternidad.
Perturbado el espíritu,
Amedrentado y solo
Ante la supremacia
Del humano ideal.
Mas yo Señor me acerco,
Mi vida ya se allega.
Ya palpa mi espíritu
La palabra divina
De Tu ley inmortal!
{55}

{56}

{57}

EL AMOR INFINITO

III

S EÑOR yo ya me acerco
En ansias diluída,
Y anegada en el éxtasis
De Tu infinito amor. {58}
Revelada me ha sido
Su excelsitud sagrada.
Aceptad ¡oh! hermanos,
En gracia del Señor
Mi corazón henchido
Colmado y fervoroso
De gloria y de amor.
Asidos bien en él;
Asidos fuertemente.
Y así los corazones
Todos, sin excepción,
Palpitarán en uno
Su ansia y su fervor;
Y en uno gozarán
Las bonanzas más dulces;
Y también sangrarán
En un solo dolor.
Aceptad ¡oh! hermanos
Mi fervoroso amor.
Señor yo ya me acerco
Anegada en el éxtasis
De Tu infinito amor.
Ofrenda más sublime
Que yo pueda ofrecer.
Aceptadla hermanos
En gracia del Señor!
{59}

DESTINO

Al Dr. L. V. López

{60}

{61}

L E preguntó al Señor: ¿con qué arcilla amasaron
Esta existencia mía? Y con voz apiadada
Díjome: ¿No lo sabes? En tu arcilla mezclaron
Una lágrima mía. ¡Oh tu privilegiada! {62}
Y volviendo a inquirirle: ¿con qué óleos ungieron
Este cuerpo inmanchado? Y su voz animada
Me dijo: de la savia del Todo te extrajeron
La mirra de los reyes, ¡oh tú la muy amada!
Y con fervor intenso, con grave reverencia,
Anegada en el éxtasis de su magnificencia.
¿Qué vertisteis en mi espíritu? le dije prosternada,
Y quiso responderme: ¡que sepan los mortales
Que esencia de mi espíritu te di. En eternales
Gracias de amor tu fuistes la gran santificada!
¡Soy tu sierva Señor! Para eso fuí creada!
{63}

{64}

{65}

HACIA TI

H ACIA Ti ¡oh Señor! se tienden nuestras manos,
Hacia Tí ¡oh Señor! están ya sin cesar,
Escuálidas y tristes en sus designios vanos.
Señor, Tú a nosotros algo nos has de dar! {66}
Las manos que se tienden serán siempre sagradas
Aunque pan de ignominia tuvieron que amasar.
De un temblor sobrehumano estarán animadas,
Y si ayer desdeñaron sabrán acariciar ...
Señor te lo suplico con un fervor intenso
En olvido no dejes al que puede implorar.
La tentación es grande, y tu poder intenso,
Señor a Tí venimos para poder amar!
Señor necesitamos para el designio humano
Tu fortaleza eterna, Tu mano en nuestra mano.
Señor a Tí acudimos porque Tú puedes dar!
{67}

{68}

{69}

HIMNO

O ÍD, pueblos del mundo, hermanos de mi vida,
Oid lo que mi boca os comunique ahora.
Oid, que de mi labio la palabra sentida
Tomará vuelo inmenso, despertará la hora! {70}
Oíd, grandes, pequeños, pobres, ricos, oid,
Ya que en mí se prolonga del Señor una herencia
Este es mi digno origen, noble y arcaica vid
Que dará a sus sarmientos la más proficua esencia.
Y el Señor que mi espíritu alumbra con el suyo;
El Señor que me infunde esta sacra visión,
El Señor que amamanta las palabras que arguyo
El es el todo eterno; yo su alta misión.
El me dará la gracia y el origen preclaros
Para hacer que mi idea cobre ansias intensas,
Para que mis palabras, resplandecientes faros,
Disipen las negruras de estas sombras inmensas.
Para anunciar al mundo y todas sus naciones
Que esta es la hora sacra, que este es el gran momento,
La hora que desecha todas las desviaciones
Que de su tiempo fueron ilusorio sustento.
Para infundirle fuerza y elevada conciencia
De todo lo que se ama, se busca o ya se halló.
Que en cada cosa hay una extraña providencia
Y en cada acto un signo cabal que la falló. {71}
Que cada ser viviente es una suma herencia
Del Señor que es prodigio de paz, gloria y amor.
Que para proseguirlo hemos de ser la esencia
De su divino numen: braza, luz y fulgor.
Que el Señor nos ha ungido con aquel gran milagro
Inefable y excelso de humana floración.
Impulsemos los brotes, removamos el magro
Rescoldo hacia una bella, grande renovación.
Propulsemos el ansia que en nuestro ser palpita
Por la magna palabra eternamente en pos.
Seamos los conos de la ley no prescrita:
Vivamos como un Hombre, amemos como un Dios!
Pisemos en la zarza aún dejando en ella
Girones de la carne al triscar en la espina ...
Cada gota de sangre lucirá como estrella
Y arderá en los zarzales el fuego que ilumina.
Las manos de granito y el corazón de fuego
Que amasen, consoliden, supremos monumentos!
Blindad así la vida y de un constante riego
Fecundad sus entrañas, huérfana de sustentos. {72}
¡Amad, amad, sed buenos, sembrad con manos llenas
Flores sobre las cruces, besos en las heridas ...
Haced que el holocausto se amase en vuestras venas,
Y que brote el ejemplo de vuestras propias vidas!
¡Amad, daos de lleno, que florezca en la tierra
Una eterna sonrisa; y sea ella el jardín
Y vosotros las flores! La tierra en primavera
Eterna de dulzura y de un amor sin fin.
Porque el Señor dispuso que en la vida el humano
Conciliar pueda un día con toda majestad
El ideal supremo. Más, si esto fuera en vano,
Sepultaría el mundo en honda eternidad.
Estas son las palabras que con sabiduría
Y con gracia infinita me ha vertido el Señor.
Yo, al par que las convierto en mi norte y mi grúa,
Os las anuncio, hermanos, como un acto de amor.
Os la anuncio, hermanos, y naciones del mundo
Mis labios os transmiten la anhelada visión.
¡Oíd, grandes, pequeños, este humano y profundo
Himno de amor y gloria, de santa redención!
{73}

SOLO EL CIELO

Para C. Vega Belgrano

{74}

{75}

P ASA el viento silbando,
¿qué querrá con su aullido
El buen viento? {76}
Brama el mar con su oleaje,
¿Por qué sigue sondeando
El abismo?
Al renovarse eterna,
¿Qué germen milagroso
Da la tierra?
Sólo el cielo es completo,
Sigue entre astros y rayos
Sonriéndome.,.
{77}

{78}

{79}

DEJADME

D EJAD que recorra los mundos
¡Abrid a mi paso horizonte!
¡Dejad mi bajel que navegue
Sin popa ni proa mezquinas. {80}
¡Soltadme que ciencia preclara
Sondea mi buen timonel!
Clavadas están mis pupilas
En vida de un ansia mayor.
Dejad que así escale las cumbres,
Y vuelva sedienta a los planos.
Me embeba del claro infinito,
O batan mis alas el viento,
En premio de nuevo vigor!
Y así,
Tendidos los brazos,
Absortos los ojos,
Jadeante el aliento,
Dejad que recorra los mundos
¿En busca de quién?
¡Del Señor!
{83} {82} {81}

ÍNDICE

Págs.
Juicio 11
Gloria in excelsis deo 15
Pietas 21
La Visitación 27
¿Cómo? 31
A una hermana 35
Así sea 39
Milagro 43
Tríptico.—
I La idea luminosa 49
II La palabra divina 53
El amor infinito 57
Destino 61
Hacia Tí 65
Himno 69
Sólo el cielo 75
Dejadme 79